Esta imagen fue creada entre 1990 y 1991 por José Cobo Calderón para la Junta de Cofradías, la cual es organizadora de la última procesión de la Semana Santa santanderina desde que en ese mismo año, la antigua Cofradía del Resucitado fuera apartada de la Junta de Cofradías con carácter definitivo, pasando esta a convertirse en cofradía Itinerante para procesionar por la provincia.
La imagen original que realizó Cobo Calderón, presentó en un primer momento una policromía agresiva. Una piel rosada con un manto marrón oscuro y un pelo completamente negro que no aportaban ningún realismo a lo que se pretendía representar. Por tal motivo, en 1993 se le encomendó a Marisol Bolado sustituir aquella policromía original para darle un sabor “auténtico”. Y lo consiguió plenamente. Ahora, este “Resucitado” presenta una piel de color carne natural que combina a la perfección con el blanco roto del manto y con el color de los cabellos. Todo un acierto.
Este “Resucitado” estuvo algunos años presidiendo la girola de la Catedral hasta que los mismos “alguien” que mandaron al “Expolio” a la carbonera decidieron desalojarlo de allí. Por eso, desde entonces se encuentra al culto en la Capilla de la Merced, al calor de unas gentes que aman las procesiones y las imágenes que desfilan por las calles de la ciudad. Además de eso, también es gente que ama. Tal vez por eso acogemos con los brazos abiertos lo que otros – que seguro que no aman – rechazan tan a las claras.
En 1985 se organizó por primera vez la procesión del Domingo de Resurrección, sacando por las calles, y de manera provisional, la imagen del Sagrado Corazón, préstamo de los PP. Jesuitas. Al año siguiente, se fundó la Cofradía del Resucitado, cuyos colores del hábito eran los colores vaticanos – amarillo y blanco – y que tuvo su sede en la Parroquia de Santa Lucía, procesionando en esa ocasión otra imagen prestada por la Parroquia de San Sebastián, de Reinosa. Ya, en 1987, la cofradía conseguía un Paso propio, obra de Antúnez y Romo y que desfiló desde Santa Lucía hasta la Catedral hasta su exclusión de los cortejos procesionales de Santander con la llegada de la nueva década.
Como comentario personal, destacar que estos tres “Resucitados” que procesionaron por Santander en aquellos años eran auténticas obras maestras, siendo la prestada por Reinosa una talla espléndida, la de Antúnez y Romo, con ese brazo en alto, una auténtica delicia, y la prestada por los PP. Jesuitas en 1985, una auténtica reliquia del pasado. Cobo Calderón impuso su patrón en el último y definitivo “Cristo Resucitado”, una imagen que, según el artista, nos presenta a un Cristo resucitando, con la mirada puesta hacia lo alto, mirando hacia el Padre. Como expresó mi amigo Paco, parece un Cristo que está naciendo de nuevo.
La imagen original que realizó Cobo Calderón, presentó en un primer momento una policromía agresiva. Una piel rosada con un manto marrón oscuro y un pelo completamente negro que no aportaban ningún realismo a lo que se pretendía representar. Por tal motivo, en 1993 se le encomendó a Marisol Bolado sustituir aquella policromía original para darle un sabor “auténtico”. Y lo consiguió plenamente. Ahora, este “Resucitado” presenta una piel de color carne natural que combina a la perfección con el blanco roto del manto y con el color de los cabellos. Todo un acierto.
Este “Resucitado” estuvo algunos años presidiendo la girola de la Catedral hasta que los mismos “alguien” que mandaron al “Expolio” a la carbonera decidieron desalojarlo de allí. Por eso, desde entonces se encuentra al culto en la Capilla de la Merced, al calor de unas gentes que aman las procesiones y las imágenes que desfilan por las calles de la ciudad. Además de eso, también es gente que ama. Tal vez por eso acogemos con los brazos abiertos lo que otros – que seguro que no aman – rechazan tan a las claras.
En 1985 se organizó por primera vez la procesión del Domingo de Resurrección, sacando por las calles, y de manera provisional, la imagen del Sagrado Corazón, préstamo de los PP. Jesuitas. Al año siguiente, se fundó la Cofradía del Resucitado, cuyos colores del hábito eran los colores vaticanos – amarillo y blanco – y que tuvo su sede en la Parroquia de Santa Lucía, procesionando en esa ocasión otra imagen prestada por la Parroquia de San Sebastián, de Reinosa. Ya, en 1987, la cofradía conseguía un Paso propio, obra de Antúnez y Romo y que desfiló desde Santa Lucía hasta la Catedral hasta su exclusión de los cortejos procesionales de Santander con la llegada de la nueva década.
Como comentario personal, destacar que estos tres “Resucitados” que procesionaron por Santander en aquellos años eran auténticas obras maestras, siendo la prestada por Reinosa una talla espléndida, la de Antúnez y Romo, con ese brazo en alto, una auténtica delicia, y la prestada por los PP. Jesuitas en 1985, una auténtica reliquia del pasado. Cobo Calderón impuso su patrón en el último y definitivo “Cristo Resucitado”, una imagen que, según el artista, nos presenta a un Cristo resucitando, con la mirada puesta hacia lo alto, mirando hacia el Padre. Como expresó mi amigo Paco, parece un Cristo que está naciendo de nuevo.
Y todo esto, merece la pena rescatarlo:
“Los desfiles de la Semana Santa santanderina concluyen hoy con la llamada Procesión del Cristo Resucitado, en la que participan todas las cofradías de la capital. Su celebración es una de las importantes novedades registradas por la liturgia procesional de este año y ha surgido como idea del cofrade de la Merced y además Vocal de Piedad y Culto de la Junta de Cofradías, D. Emilio Negrete.
El itinerario matutino se inicia a las once menos cuarto en la Parroquia de Santa Lucía y continúa el recorrido por la Plaza Pombo, Hernán Cortés, Plaza del Príncipe, Plaza Porticada, Paseo Pereda, Subida Somorrostro y Plaza de Eguino y Trecu, frente al Palacio del Obispado. La procesión se completará en el interior de la Catedral, donde los cofrades de todas las hermandades de Santander recibirán la Bendición Papa “urbi et orbe” por parte del Obispo, D. Juan Antonio del Val.
José A. San Martín – 1985”
El itinerario matutino se inicia a las once menos cuarto en la Parroquia de Santa Lucía y continúa el recorrido por la Plaza Pombo, Hernán Cortés, Plaza del Príncipe, Plaza Porticada, Paseo Pereda, Subida Somorrostro y Plaza de Eguino y Trecu, frente al Palacio del Obispado. La procesión se completará en el interior de la Catedral, donde los cofrades de todas las hermandades de Santander recibirán la Bendición Papa “urbi et orbe” por parte del Obispo, D. Juan Antonio del Val.
José A. San Martín – 1985”
De un tiempo a esta parte, el “Cristo Resucitado” ya no desfila de manera individual por las calles. Lo hace acompañado por la “Virgen Inmaculada Gloriosa” de la Cofradía de la Inmaculada. A las once y cuarto de la mañana, sale la Virgen de los Carmelitas escoltada por su cofradía y por la Archicofradía de la Merced. Media hora después, el resto de cofradías sale de la Carpa Exposición de Pasos con la imagen del “Resucitado” en dirección a la Catedral, donde a las doce en punto – si no hay retrasos, que los hay – se celebra la solemne Misa Pontifical, tras la cual, y con todas las cofradías bien formadas por orden de antigüedad – qué gran trabajo el de nuestro Vocal de Organización de Procesiones, Francisco Mesa Lavín, Chisco – contemplan ilusionados un nuevo encuentro. El del Resucitado con la Virgen a golpe de Himno Nacional.
Un broche de oro auténtico para nuestra Semana Santa.
Un broche de oro auténtico para nuestra Semana Santa.