CONCIERTO DE RECUERDOS
A la memoria de Alfredo Cantero Calvo
FREDI

créditos

una historia recordada, escrita y seleccionada por
ISIDRO R. AYESTARAN

prólogo
FRANCISCO GUTIERREZ DÍAZ

fotografías principales
CARMEN PEREZ MARTINEZ

crónicas periodísticas firmadas por
A. Bustamante, Elena Bilbao, Elvira Hermida, Emilia Levi, Iñigo Ben, J.A. Pérez Arce, José A. San Martín, Juan Carlos Flores-Gispert, M. Muriedas y P. G.

otras fotografías por
Alberto G. Ibáñez, Andrés Fernández, Angel de la Hoz, Celedonio, Juan Torralbo, Lobera, M. de las Cuevas, Ortega, Pablo Hojas, Raúl San Emeterio, Roberto Ruiz, Samot, Se Quintana, Serrano y José Antonio Hoya Corral

toque a oración

Melodías para Semana Santa” nace con un único propósito. El dar a conocer, a golpe de recuerdos, la Semana Santa de mi infancia, la Semana Santa como cofrade y participante en las procesiones, y la Semana Santa como resultado de mis ilusiones y mis vivencias.

Así, cada capítulo va introducido por una carta dedicada a un ser querido; y es que cada parcela de mi vida ha sido inspirada por la compañía de una persona determinada que, cogiéndome de la mano, me paseó por todo un mundo mágico que me ha llevado hasta estas páginas. Y de igual modo que Robert Redford descubrió su mundo a Meryl Streep sobre una avioneta en “Memorias de Africa”, yo les descubro el mío a través de estas misivas tan plenas de recuerdos y vivencias. Que no es poco.

Y es que cada etapa de mi vida es distinta a las demás de igual modo que no es lo mismo enamorarse con quince años que con treinta; igual que no es lo mismo llorar el desamor la primera vez que la última, que siempre es la que más duele; y de igual manera que la vida no huele igual en invierno que en primavera.

En definitiva, que es ahora cuando, tras madurar los sueños de la infancia, veo a estos como el inicio de un sendero que me ha llevado hasta estas páginas de idéntica manera que el arco iris condujo a Judy Garland hasta la tierra del mago de Oz.

Por último, aclarar que “Melodías para Semana Santa” no es ni un ensayo literario ni un libro de investigación. Es, simplemente, todo un volumen de vivencias narradas y evocadas a lo largo de este concierto de recuerdos, como me gusta llamar a este libro que ha sido dictado por el corazón y por la evocación de aquellas primeras imágenes sacras que veía por las calles de la ciudad agarrado a la mano de mi madre.

Este ha sido el “toque a oración”.

Ahora, con el Paso en la calle, comienza la procesión.


ISIDRO R. AYESTARAN
Mayo de 2004

los niños en la Catedral


La idea la tuvo nuestro señor Obispo, D. José Vilaplana. Que los niños no se agolparan en los laterales de la catedral durante el transcurso de las eucaristías de Ramos y Resurrección. Mejor que se amontonaran en torno al altar, junto a él y todo el resto de miembros del Cabildo Catedralicio. Así, él estaría mucho más feliz al verse rodeado de la ingenuidad de unos críos que, con temor y vergüenza, se colocaban a los pies de los ancianos sacerdotes y demás ayudantes de la liturgia, quienes, con total asombro, asumían con la mejor de las sonrisas la iniciativa de D. José.
Los niños siempre han sido parte importante dentro de las procesiones. Y el público siempre ha mostrado la mejor de las sonrisas al presenciar entre las filas de nazarenos, a niños de corta edad portando ya el hábito propio de su respectiva cofradía. Dentro de cada cofradía, siempre se ha dado protagonista a los más pequeños. Y siempre ha sido un sueño a cumplir el pensar que, algún día, los niños de hoy serían las cabezas visibles del mañana. Por eso, siempre se les ha buscado aditamentos importantes para portar a lo largo del cortejo procesional. Y ya sea de la mano de algún mayor, haciendo compañía al portador del estandarte propio de la cofradía, o llevando esas palmas especiales el día de Domingo de Ramos, los niños han cautivado y llenado de vida el mundo de la Semana Santa.
En décadas pasadas, el día de Ramos era, por denominarlo de alguna manera, el día de la “procesión estrella” para los más pequeños. Y desde hace unos años, y por citar un ejemplo, las cofradías del Descendimiento, de la Inmaculada y de los Dolores tienen sendas Secciones Infantiles para acompañar a sus Pasos de “La entrada en Jerusalén”, “El encuentro”, “Jesús ayudado por el Cirineo” y “El Cristo del Amor, la Virgen y San Juan” respectivamente en la jornada de Viernes Santo.
Pero como cité al comienzo de este epígrafe, es en las jornadas dominicales cuando los niños tienen el absoluto protagonismo. Justo en el momento en que, al comenzar la Eucaristía, el Obispo, de pie en el Altar, va haciendo un gesto con las manos para que todas las cofradías lleven a sus niños junto a él, en torno al Altar.
Y quizá sea esto la mejor iniciativa de D. José Vilaplana.
Y seguramente por la que será recordado.